martes, 4 de septiembre de 2018

ULTRA VALLE DE TENA, CAMPEONATO EN LAS ALTURAS



En la planificación de la actual temporada decidí marcar en rojo en mi calendario el Campeonato de España de Ultras, reunía todos los requisitos para llegar motivado y ver realmente donde podría rendir a nivel nacional, carrera con casi 14.000 metros de desnivel acumulado enclavada en un paisaje salvaje del Pirineo Aragonés, y como guinda el paso por el Garmo Negro a su más de 3.000 metros de Altura que pondría a prueba mi capacidad de corredor de montaña.

Claro que cuando tú ves videos, lees algún artículo o incluso cuando te descargas el track de la prueba nadie te cuenta realmente lo que te vas a encontrar, ni contra lo que vas a luchar y lo peor que nadie te advierte que no pasan los kilómetros por mucho que andes … jajajajaja …por momentos en la prueba pensé que se me había roto el Suunto.

LA PREPARACIÓN
En la línea de salida me plante con ciertas dudas, pero con el entrenamiento razonable para afrontar el campeonato, después de acabar la Copa Andaluza de Ultras en 3 posición y realizar una buena carrera en BOSQUES DEL SUR, con un segundo puesto Absoluto tras compartir más de 100 kilómetros con el vencedor de la prueba que por paradojas de la vida sería a la postre mi compañero en esta prueba, Victor Pimentel.

La caída sufrida en este ultra, la típica de sacudirse el polvo y proseguir, se transformó en un tortuoso camino de limitaciones por la fractura de la costilla izquierda nº 11 (flotante). Esto me hizo realizar una preparación para Desafío Somiedo muy restringida, metiendo muchísimo CACO con muchos dolores, incluso modificando mi pisada. Todo esto desembocó en el peor debut que se puede tener en la Copa de España, con “un abandono” en el km. 51 en la Farrapona, padeciendo fuertes molestias, una cabeza sin ganas de sufrir, incluso una apatía que me privó de finalizar una carrera preciosa por Asturias.

Pero siempre que llueve, se ha dicho que escampa, de todas formas en agosto no esperes otra cosa… jajajaja … por lo que decidí apretar los dientes y esas molestias desaparecieron poco a poco, y tras unos fines de semana con mucha carga noté una mejoría importante. Para este ULTRA no cabía una retirada y  clavé  un mensaje en mi mente, “el que acabe tendrá premio” y ese fue mi propósito desde un principio.

LA PREVIA
Esta vez el viaje a PANTICOSA fue casi relámpago, salimos la tarde del jueves en un vehículo Juanmi Berzosa, Victor Pimentel y yo hacia nuestro destino, y la verdad que entre chascarrillos se nos hizo el viaje ameno, no sin antes tomarse un cafelillo Juanmi, y una parada obligada a comer tirando de la Visa en plena autovía A-4, jajaja.  

Nos alojamos en Escarrilla a escasos kilómetros de la salida en el apartamento que tenía reservado la Selección Andaluza, ya que mis compañeros formaban parte de ella y compartimos la estancia con  Alberto y Gonzalo que realizaban el apoyo al equipo de la selección, también nos acompañó Juan Pérez alias “EL CHILENO”, todo un genio y figura, su pareja Rocio,  Noelia, que como dice Juanmi es toda una institución en esto de la Ultradistancia en Andalucía y parte del extranjero, su marido Lorenzo, Antonio Mesa, y la flamante Subcampeona de España, Sofía, que aunque se aburrió mucho en la previa pudo desquitarse en la carrera.

 Por cierto, la recogida de dorsales, se realizó la tarde del viernes en Panticosa, con la revisión completa de material por parte de los jueces árbitros y la charla técnica donde ya se pudo vislumbrar la dificultad de la carrera, por cierto, se negaron a recoger en la bolsa de vida a Juanmi unos esquíes por si se ponía la cosa fea, jjjjjj.




“LA SALIDA”
A las 5:00 a.m. emprendimos la salida, momentos de nervios que siempre nuestro querido CHITO sabe apaciguar y transmitirnos una emoción que te llevaba en volandas en una salida lanzada. En un abrir y cerrar de ojos nos adentramos en un sendero muy estrecho, por momentos debido a la luz de frontal parecía que íbamos por un túnel, los ritmo se van acelerando y rápidamente vamos cogiendo altura dirección a Yenefrito. El transcurrir inicial de la carrera en plena noche nos regala unas vistas increíbles por un valle inundado de luces de frontales que dibujaban un río silencioso sobrecogedor, que por cierto ya nos encargábamos nosotros de vez en cuando de romperlo con alguna tontería.

“CABAÑA BRAZATO”
Cota:             2.127 m.s.n.m.
Desnivel +:   1.915 m.
Desnivel -:    1.915 m.
Distancia:     16,9 Km.

Fue sin duda la parte más técnica de carrera, con las primeras luces del día nos concienciamos de la dificultad del terreno que tendríamos que afrontar a lo largo del día, los collados se iban sucediendo uno tras otro. El primero de ellos nos dio acceso a la Cabaña de Yenefrito, donde todavía formábamos un grupo compacto, pero poco a poco se fue estirando el grupo.

Entre rocas graníticas, bajadas por herbazales y subidas intensas nos plantamos en el Ibón de Brazado, el terreno era escarpado y demasiado abrupto, allí surge al primer sobresalto de la mañana, Juanmi ya venía renqueando en bajadas anteriores de sus tobillos y justo al bordear el Ibón  Dero Perforau salvando una escollera de piedras se precipita sobre el suelo, un sonido de un latizado brutal acompaña a la caída, rápidamente me doy cuenta que es serio el problema porque sus ojos empezaron a brillar del dolor, tras unos instantes de duda, de seguir la carrera o quedarme con él, reanudo mi marcha dejándolo allí  pero mi cabeza ya no estaba en carrera, la bajada hasta el Balneario fue lenta y sin ritmo.


“GARMO NEGRO Y BACHIMAÑA”
Cota:             2.177 m.s.n.m.
Desnivel +:   2.210 m.
Desnivel -:    305 m.
Distancia:     19,6 Km.
Acumulado: 36,5 km.

Tras salir del Balneario de Panticosa inicio mi ascensión al Garmo Negro acompañado de dos Andaluces, Rubén Vigil y Rafa Romero todo un ilustre de los ultras y doble vencedor de Bandoleros, aunque pronto pongo un ritmo en solitario hacia la cumbre, voy con paso tranquilo pero firme, los senderistas se van acumulando a los márgenes del sendero y en un continuo “aupa” te van dando ánimos, y tras rellenar mi botes de agua en un torrente del nevero, emprendo la última parte de la subida donde la pendiente se va haciendo a cada paso que doy más técnica y de mayor dificultad.

 

Tras un giro brusco a derechas sobre un Patio o Abismo consigo alcanzar el cono final del Pico, en un cresteo de cuchillos de roca que no te permite ningún fallo sobre sus 3.051 m.s.n.m.  pero al levantar la vista por un segundo quedo sobrecogido por el paisaje acompañado de un gaitero tocando su gaita que me transmitía la sensación más épica que podría imaginar al coronarlo.

Este momento mágico dura lo que tardo en iniciar la bajada, puesto que vuelven nuevamente los problemas, la sensación de mareo o “pájara” en el descenso me hace ir bloqueado, a cada zancada que doy es más torpe que la anterior y encadeno un trompicón tras otro, los corredores me pasan como un misil, pero aparece Victor por allí y me convence de seguir luchando, cojo nuevamente el hilo de la carrera, pero otro sobresalto … vaya mañana llevaba


De repente en un perfil camino del Refugio de Bachimaña aparece el Helicóptero de Rescate para recoger a un corredor accidentado, allí perdemos algunos minutos hasta que es evacuado y tras unos dificultosos pasos por un sendero muy roto llegamos al refugio, Rocio la pareja del Chileno estaba por allí y me permite mandarle un mensaje a mi niña y a mi mujer que andaban algo preocupadas mientras comía algo de arroz blanco, carne de membrillo, algo de chocolate y un reponedor café que me hace resetearme e iniciar la marcha con nueva mentalidad tras recibir también el aliento de Alberto que en todo momento nos tranquilizaba  y ciertamente solo habían pasado 36 km. de competición, al fin y al cabo solo nos quedaba otros 42 km. y otros 3 mil metros positivos … jajajajajaja ….. y lo que realmente me destrozaría sería los 4.000 metros negativos por bajar aún.


“REFUGIO RESPOMUSO y LA SARRA”
Cota:             1.450 m.s.n.m.
Desnivel +:   1.295 m.
Desnivel -:    1.935 m.
Acum. +:      5.410 m.
Acum. -:      -5.100 m.
Distancia:     19,5 Km.
Acumulado: 56,0 km.

El sendero que nos saca del refugio de BACHIMAÑA se abre camino cogiendo altura sobre un gran IBÓN convertido ya en embalse, en un par de kilómetros nos acercamos al Collado de Tebarray a casi 2.800 metros de altitud, no sin antes dejarnos atrás el Ibón Azul de una belleza alucinante. El acceso a este collado lo acometemos por una canal de roca viva que te exige el máximo de concentración, pero en esos momentos percibo buenas sensaciones, subo fácil y me voy soltando de piernas, justo al coronar el collado nos precipita a una bajada muy técnica pero una vez salvada pongo un ritmo muy vivo y en poco más de un kilómetro adelanto corredores de la maratón uno tras otro e incluso del ultra.

Ya voy intuyendo un nuevo refugio, esta vez tocaba avituallarme en el refugio de RESPOMUSO, pero antes de llegar me enfrento al punto de inflexión que marcara definitivamente la carrera, recorría el km 39 y con unas sensaciones inmejorables tengo un traspiés que me produce un esguince de tobillo y me lanza contra el suelo. La caída la puedo contener, pero las consecuencias son una torcedura fuerte en el tobillo derecho, y con un dolor muy agudo intento arrancar nuevamente el descenso y pese a que el ritmo ya no es ni una sombra del que llevaba consigo alcanzar el Refugio de RESPOMUSO.

A la llegada me veo sorprendido, aquello más que un refugio de montaña parece un Chiringuito de la playa, menudo ambiente me encontré, aunque yo ya no llevaba ni ganas de reír. Tras solicitar asistencia médica y hablar con varios voluntarios me recomienda abandonar o como mínimo un vendaje de sujeción, pero decido echarme réflex y reemprender la marcha. El dolor se hace ya muy severo y tras pasar la presa del Embalse de Respomuso emprendo una nueva subida al Collado Musales a casi 2.500 metros y con un tramo final casi de escalada, tiro de amor propio hasta la cumbre con un ritmo digno, pero la bajada es un caos.

Las molestias me hacen revivir los recuerdos del pasado año en Sierra Nevada, y con un ritmo de galápago voy descendiendo, y gracias a un corredor de la maratón que me da aliento y me acompaña hacia el valle avanzo algo, pero finalmente me pongo andar, era un sendero muy corrible hasta la entrada de la Sarra. Ya con la mente puesta en la ducha aparece nuevamente Victor Pimentel que consigue levantarme el ánimo llevándome en volandas hasta al Avituallamiento donde se encontraba gran parte del grupo nuestro esperando para asistirnos,

sería sobre las 4 de la tarde y el calor caía a plomo al embalse de la Sarra, pero con el estomago abierto y más sed que un nómada, hago una comida fuerte y rehidrato muy bien, que por cierto ya me había liquidado todos los geles que llevaba, arrancamos nuevamente y sin dudarlo emprendo la marcha con Victor y desde ese punto nos apoyamos el uno en el otro y vuelvo a retomar el pulso a la carrera, me siento otra vez con ganas de finalizar.


“SALLENT DE GÁLLEGO Y PANTICOSA”
Cota:             1.200 m.s.n.m.
Desnivel +:   1.345 m.
Desnivel -:    1.617 m.
Distancia:     22,0 Km.
Acumulado: 78,0 km.

Con esa actitud más positiva afrontamos el último tramo de carrera y el que aparentemente más te dejaba correr, no sin antes obligarnos a pasar el Collado Foratata, que si bien no era tan técnico como los anteriores si tenía desniveles que a esas alturas de carrera se hacían muy duros, es una ascensión en tres escalones a cuál más empinado, el primero por un sendero muy sucio y acompañado de miles de saltamontes, parecía que se movía el suelo, el segundo escalón tras pasar un llaneo de hierva me resulto devastador y para colmo unos cuervos que revoloteaban sobre nosotros nos recordaban que si incabamos el pico… ya sabes ..jjjjj ….ellos estaban allí … y el último escalón ya algo más suave nos dio acceso al valle del río Gallego donde Formigal se nos quedaba en el margen derecho.


En las postrimerías de Sallent de Gallego una pareja de senderistas nos advirtió que nos quedaba un kilómetro al pueblo, algo que me dejo desconcertado porque estaba justo debajo el pueblo pero teníamos un barranco enorme hasta llegar allí …pues nada ... toda la razón del mundo porque fue un kilómetro de bajada agarrándome a los matojos para mantener la verticalidad y justo al llegar al pueblo me encuentro un cartel “PELIGRO CARRETERA” .. Serán cachondos los de la organización ... jajajajajajaja … pero si me vengo jugando la vida 60 km y para una carretera que veo … vamos para mear y no echar gota.

En el avituallamiento penúltimo de carrera en Sallent nos estaba esperando Alberto, Juanmi y Gonzalo para recargar pilas donde nos advierten que ha llegado en 4º lugar CHACÓN y que el CHILENO había llegado en 7ª posición, lo cual junto al apoyo recibido nos da un subidón y arrancamos con fuerzas renovadas y nos dirigimos a meta de forma decidida, ya me sentía finisher, estábamos a tan solo 10 kilómetros.

La última subida es al Mirador de la Piedra Plana, no sé si ya porque ni me acordaba que tenía un tobillo reventado o no sé porque motivo, pero llevábamos un ritmo fuerte hasta arriba y por fin …aparecemos en una pista de unos 3 kilómetros que corrí con VICTOR como si acabásemos de empezar hasta alcanzar un sendero sinuoso de gran belleza dirigiéndonos hasta la localidad de PANTICOSA, donde la voz de Chito se intuía desde el bosque.

TRAS 14 HORAS Y 15 MINUTOS de carrera, junto a VICTOR PIMENTEL cruzo la línea de meta, muy satisfechos por haber finalizado un ULTRA que se tornó muy duro, pero que no olvidaré jamás por todos sus paisajes y vivencias.


Doy por finalizada la aventura del TRAIL VALLE DE TENA, que por momentos llegó casi a superarme, en otros me sentí fuerte y en la mayoría sentía que tenía que luchar cada zancada, pero sin duda tengo que decir que esta experiencia se me quedará gravada no solo por el recorrido de la carrera sino también por como la disfrutamos el grupo humano que nos dimos cita allí, tanto los integrantes de la Selección Andaluza como los que nos adherimos a ellos formando una piña  repleta de experiencias y risas. GRACIAS A TODOS ¡¡¡¡




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