Este
es un artículo de opinión, por tanto, basado en mi experiencia particular, para más detalle mi formación universitaria está
lejos de la
medicina o psicología. Pero si quiero compartir esta reflexión porque
posiblemente algunos os veáis reflejados en estas palabras o algún otro pueda
verse reflejado en el futuro. Me consta que muchos me conocéis por mi faceta de
corredor por montaña, pero detrás de esa pasión hay algo más lógicamente, entre otras un apasionado y competitivo pescador. jjjjj
Todos
tenemos un motivo, un porque, un inicio y un final, para tomar decisiones drásticas
en nuestras vidas. En mi caso hace algo
más de 4 años, en el verano del 2.012 con tan solo 34 años y tras un verano
intenso me di cuenta que no podría seguir mucho más tiempo con la forma de vida
que me había absorbido, no se puede cargar las tintas sobre un solo motivo, es
un global de hábitos de vida, malas prácticas, rendimiento laboral ilimitado,
malas compañías, etc. Etc. Pero lo cierto es que pesaba 90 kilos y con claros
síntomas de que la salud empezaba a resentirse. Tras muchos intentos de
adelgazar con regímenes absurdos y escusas baratas tome una decisión que giraría
definitivamente mi estilo de vida, salir
a caminar al campo todos los días a la hora del almuerzo, solo me quitaría unos
minutos de estar sentado en el sofá a cambio de un paseo saludable y en solitario.
Lo
recuerdo aquel primer día perfectamente, tras caminar poco más de 2 kilómetros
me senté en una piedra grande y aún con la respiración muy forzada pensé “no
volveré a correr en mi vida”, pero de vuelta a casa decidí no rendirme. Al día
siguiente con muy pocas ganas o ningunas volví a caminar. Así fueron avanzando
los 3 primeros meses sin faltar un solo día a mi cita con las zapatillas, poco
a poco lo que era un caminar pesado se tornó en un paso ágil hasta que incluso
por momentos aparecía de forma espontánea un trote, ciertamente lento pero ya
se parecía a correr. Mi incursión en la montaña se iba consolidando, sin darme
cuenta la motivación me había llegado, me divertía esos paseos, ¡¡¡ osúu
¡¡¡ y perdía peso disfrutando, quién me lo iba a decir a mí.
Era
un corredor en potencia y sin saberlo, bien por mi proximidad a los senderos que
dispongo de ellos a escasos 500 metros de mi casa, bien por mi pasión por el
campo y la naturaleza, pero el empujón definitivo me lo día mi amiga María que
por aquellos entonces no nos conocíamos pero tras encontrarnos por un camino de
San Cristóbal, me habló de que existía una modalidad de carreras por la
montaña, y que se estaba preparando para ello, lo cual me dejo perplejo, llegue
a pensar que aquella muchacha está loca, correr 40 kilómetros por la sierra,
madre mía ¡¡¡¡¡. No quedándome tranquilo indagué ese día por Internet, y … ¡¡¡ bingo ¡¡¡, había una en la provincia de
Córdoba en abril, tenía por delante casi 4 meses para empezar a correr y
participar en la prueba, por lo que sin pensarlo me inscribí en la carrera de
Zuheros.
En
aquellos meses, la pérdida de peso era más que evidente, empecé a tener una
rutina y lo más importante, a marcarme un objetivo por lo que esforzarme.
Aquellas salidas a caminar se fueron transformando en salidas trotando por el
campo y los fines de semana, incluso me atrevía a correr más de una hora por
nuestra sierra. La motivación y el conocer algo distinto me atrapo.
Mi
primera carrera por montaña fue una prueba de 26 kilómetros y algo más de 1.200
metros de desnivel positivo que para mi estado de forma me pareció un ultra de
100 millas, con agujetas en las piernas que me duraron más de una semana, pero
lo más sorprendente de todo esto es que por encima de aquellas molestias había descubierto
una nueva forma de ver la vida, de ser feliz, de conocer gente sana, de
marcarte objetivos, de seguir rutinas y que de forma indirecta benefician a tu
salud, y no solo física sino mental. Me quede enganchado al mundo del Trail
Running. Los cuatros años siguientes ya se sabe, una cosa te lleva a la otra,
unos que te cuentan, unos que te dicen, y al final acabas haciendo ultras y
disfrutando de las montañas que tenemos en España.
Como
Resumen puede decir que el Trail te ofrece la posibilidad de;
-
Disfrutar
de la naturaleza en circunstancias privilegiadas.
-
Recorrer
parajes únicos.
-
Desarrollar
una actividad física al aire libre.
-
Generar
endorfinas y obtener la felicidad simplemente corriendo por la montaña.
-
Sentirte
bien contigo mismo.
-
Ser
capaz de marcar objetivos.
-
Compartir
con amigos momentos especiales como un simple amanecer.
-
Luchar
hasta la extenuación por conseguir lo que te has marcado.
-
Mantenerte
en una aceptable forma física.
-
Ser
ordenado en tus rutinas diarias.
-
Mejorar
tu alimentación a niveles saludables.
En
definitiva, si realmente buscas un motivo para escapar de una vida plagada de
malos hábitos, influencias negativas y sin sabores, el TRAIL RUNNING tiene todo
lo que buscas.
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