jueves, 8 de diciembre de 2016

TRAIL RUNNING, UNA SALIDA DE LA OBESIDAD


Este es un artículo de opinión, por tanto, basado en mi experiencia particular, para más detalle mi formación universitaria está lejos de la medicina o psicología. Pero si quiero compartir esta reflexión porque posiblemente algunos os veáis reflejados en estas palabras o algún otro pueda verse reflejado en el futuro. Me consta que muchos me conocéis por mi faceta de corredor por montaña, pero detrás de esa pasión hay algo más lógicamente, entre otras un apasionado y competitivo pescador. jjjjj
Todos tenemos un motivo, un porque, un inicio y un final, para tomar decisiones drásticas  en nuestras vidas. En mi caso hace algo más de 4 años, en el verano del 2.012 con tan solo 34 años y tras un verano intenso me di cuenta que no podría seguir mucho más tiempo con la forma de vida que me había absorbido, no se puede cargar las tintas sobre un solo motivo, es un global de hábitos de vida, malas prácticas, rendimiento laboral ilimitado, malas compañías, etc. Etc. Pero lo cierto es que pesaba 90 kilos y con claros síntomas de que la salud empezaba a resentirse. Tras muchos intentos de adelgazar con regímenes absurdos y escusas baratas tome una decisión que giraría definitivamente mi estilo de vida, salir a caminar al campo todos los días a la hora del almuerzo, solo me quitaría unos minutos de estar sentado en el sofá a cambio de un paseo saludable y en solitario.



Lo recuerdo aquel primer día perfectamente, tras caminar poco más de 2 kilómetros me senté en una piedra grande y aún con la respiración muy forzada pensé no volveré a correr en mi vida, pero de vuelta a casa decidí no rendirme. Al día siguiente con muy pocas ganas o ningunas volví a caminar. Así fueron avanzando los 3 primeros meses sin faltar un solo día a mi cita con las zapatillas, poco a poco lo que era un caminar pesado se tornó en un paso ágil hasta que incluso por momentos aparecía de forma espontánea un trote, ciertamente lento pero ya se parecía a correr. Mi incursión en la montaña se iba consolidando, sin darme cuenta la motivación me había llegado, me divertía esos paseos, ¡¡¡ osúu ¡¡¡ y perdía peso disfrutando, quién me lo iba a decir a mí.

Era un corredor en potencia y sin saberlo, bien por mi proximidad a los senderos que dispongo de ellos a escasos 500 metros de mi casa, bien por mi pasión por el campo y la naturaleza, pero el empujón definitivo me lo día mi amiga María que por aquellos entonces no nos conocíamos pero tras encontrarnos por un camino de San Cristóbal, me habló de que existía una modalidad de carreras por la montaña, y que se estaba preparando para ello, lo cual me dejo perplejo, llegue a pensar que aquella muchacha está loca, correr 40 kilómetros por la sierra, madre mía ¡¡¡¡¡. No quedándome tranquilo indagué ese día por Internet, y … ¡¡¡ bingo ¡¡¡, había una en la provincia de Córdoba en abril, tenía por delante casi 4 meses para empezar a correr y participar en la prueba, por lo que sin pensarlo me inscribí en la carrera de Zuheros.



En aquellos meses, la pérdida de peso era más que evidente, empecé a tener una rutina y lo más importante, a marcarme un objetivo por lo que esforzarme. Aquellas salidas a caminar se fueron transformando en salidas trotando por el campo y los fines de semana, incluso me atrevía a correr más de una hora por nuestra sierra. La motivación y el conocer algo distinto me atrapo.

Mi primera carrera por montaña fue una prueba de 26 kilómetros y algo más de 1.200 metros de desnivel positivo que para mi estado de forma me pareció un ultra de 100 millas, con agujetas en las piernas que me duraron más de una semana, pero lo más sorprendente de todo esto es que por encima de aquellas molestias había descubierto una nueva forma de ver la vida, de ser feliz, de conocer gente sana, de marcarte objetivos, de seguir rutinas y que de forma indirecta benefician a tu salud, y no solo física sino mental. Me quede enganchado al mundo del Trail Running. Los cuatros años siguientes ya se sabe, una cosa te lleva a la otra, unos que te cuentan, unos que te dicen, y al final acabas haciendo ultras y disfrutando de las montañas que tenemos en España.

Como Resumen puede decir que el Trail te ofrece la posibilidad de;
-          Disfrutar de la naturaleza en circunstancias privilegiadas.
-          Recorrer parajes únicos.
-          Desarrollar una actividad física al aire libre.
-          Generar endorfinas y obtener la felicidad simplemente corriendo por la montaña.
-          Sentirte bien contigo mismo.
-          Ser capaz de marcar objetivos.
-          Compartir con amigos momentos especiales como un simple amanecer.
-          Luchar hasta la extenuación por conseguir lo que te has marcado.
-          Mantenerte en una aceptable forma física.
-          Ser ordenado en tus rutinas diarias.
-          Mejorar tu alimentación a niveles saludables.



En definitiva, si realmente buscas un motivo para escapar de una vida plagada de malos hábitos, influencias negativas y sin sabores, el TRAIL RUNNING tiene todo lo que buscas. 


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