Ultratrail Sierras del Bandolero 87k, este año contaba con un atractivo adicional, carrera puntuable
para COPA REGIONAL DE ULTRATRAIL de la Federación de Montaña de Andalucía,
dándose cita un nutrido grupo de corredores de gran nivel de nuestra comunidad.
Como principal característica destacamos que es una carrera con 87 kilómetros
que a priori no contaba con excesivo desnivel, entorno los 4.000 metros
positivos aunque con zonas de elevada dificultad técnica en el terreno, todo
ello en la bonita sierra de Grazalema. Creo que la prueba tenía los
ingredientes suficientes para ser una espectacular carrera.
PREPARACIÓN
Para mí ha sido el primer
objetivo de la temporada, con tres carreras de preparación en las piernas y mucha
incertidumbre al respecto, era mi segundo ultra. Arranque la preparación con dudas
debido a mi lesión del tobillo derecho en la parte final de la pasada temporada
y condicionando la planificación de los entrenamientos, incluso afecto algo a
los resultados en las carreras anteriores
a Bandoleros.
Tras 15 semanas de trabajo llegué
con 1.263 kilómetros realizados y 47.000 metros de desnivel positivo en las
piernas, prácticamente lo planificado. Con estas cifras me plantaba en la línea
de salida por lo que pese a todo, creo que eran cifras que garantizaban poder
acabar la carrera con buenas expectativas.
PREVIA
Como he comentado
anteriormente en la lista de inscritos podías ver como mínimo a 15 corredores
de un gran nivel, y aunque no es cuestión de nombrarlos a todos, con solo decir
que se encontraban corredores como Cayetano Ortega, Víctor Pimentel, Ibernon, Pazos,
Juanma Chacón, Toni Contreras, etc. Etc, ya te puedes hacer una idea de la
batalla que se libraría.
Mis expectativas eran
claras, salir a disfrutar e intentar meterme si todo salía bien entre los 10
primeros, y luego ya la carrera pondría a cada uno poco a poco en su posición,
pero todo se tuerce cuando nos metemos en la semana final de carrera y aparece en
todas las previsiones meteorológicas una borrasca de las gordas, de esas que en
el golfo de Cádiz se apalancan y derrochan agua sin conocimiento. Y todas esas previsiones se hacen realidad,
puesto que el día antes de la carrera se confirman que para la mañana del
sábado se esperan más de 100 litros en Grazalema, y lo que es peor con cota de
nieve baja y muchísimo viento.
A eso de las 4 de la mañana recibo
un wasap de un amigo y compañero que está disputando las 100 millas, el gran
LUISMI OCHOA, haciéndome advertencia que
el paso por el Simancón por la noche había sido un infierno de nieve, viento y
sensaciones térmicas por debajo de 10º bajo cero. Esto me hace cambiar todo el
material preparado por la noche y sin dudar opto por mayas largas desde inicio
y correr con tres capas, una térmica, una capa cortavientos y finalmente con
una chaqueta de Salomon que me aislaría del frío exterior.
LA SALIDA
Nos plantamos en Prado del
Rey para realizar la salida del Ultra a las 11 de la mañana bajo un diluvio increíble
y con una sensación térmica muy fría. Ya con mi compañero Berzosa que a la
postre se convertiría en el vencedor de la prueba, tomando un café cerca de la
salida comentamos un poco la carrera y la estrategia, que no era otra que aguantar,
ya se presagiaba en el café que Aguantar hasta meta sería un éxito. LLEGAR era
el objetivo, no era otro aunque los ánimos se habían venido algo abajo pero al
final las circunstancias eran para todos, no quedaba otra que levantar la
cabeza y comerse esos 87 kilómetros como fuese.
LA CARRERA
La podemos dividir en dos
segmentos, hasta Villaluenga del Rosario, kilómetro 45 y de ahí hasta meta.
En la primera parte, se
encontraba la mayor dificultad que salvaríamos
en carrera, aunque los diez primeros kilómetros eran muy corribles desde el
inicio se impuso un ritmo alto, nos metimos en un grupo con 8 o 10 corredores
plantándonos en el Bosque en poco más de 50 minutos, lo que nos había obligado
a rodar a 4 el kilómetro, personalmente en el primer
avituallamiento sin apenas tiempo de beber pensé que iba muy forzado sin
necesidad y comenzamos a subir la primera cota con pulsaciones elevadas y fuera
de ritmo. Esto me hace nada más coronar
esta cota, serenarme y levantar algo el pie puesto que así no llegaría demasiado
lejos, y decido con mi compañero Juanmi marcar un ritmo algo más continuo y
sólido pero sin disparar pulsaciones.
Ya tranquilizados la carrera
transcurre hasta el siguiente avituallamiento en el kilómetro 26 por la zona de
Albarracín con mucho sendero estrecho corrible y continuos sube bajas. El
diluvio se acentúa y estos senderos se transforman en improvisados riachuelos y
lo peor que los riachuelos ya eran pequeños ríos. Desde ese punto arrancamos la subida al puerto
el Boyar, iba dentro de un terceto con mi compañero Juanmi y Toni Contreras
realizando una subida muy fuerte hasta la cima del puerto, ya con 33 kilómetros
en las piernas llevábamos un tiempo por debajo de lo planificado casi 20
minutos que sumado a las circunstancias que se vivían era una barbaridad que a
la postre lo pagaría.
En la bajada del Boyar
dirección al Simancón sufro una crisis importante,
mi compañero se me escapa puesto que marcó más ritmo que yo, y las fuerzas me
flaquean, aderezado con el frío y la “mojá” que llevaba encima la cabeza se me empieza a ir de la carrera,
aunque planteo la ascensión con calma no termino de mejorar, incluso en pleno
paso del Simancón donde el viento casi te tiraba al suelo y el granizo por
momentos no te permitía abrir los ojos pienso en la retirada. Mi cabeza solo decía
“esto no tiene sentido”. Pero bien por lo que había comido en la subida o
porque había recuperado algo en la baja empiezo a sentirme mucho mejor, y doy
caza a dos corredores, y algo más adelante doy alcance a otro, lo que
significaba que no iba tan mal como creía.
Sin esperarlo y habiendo sufrido
una crisis durante 5 o 6 kilómetros me planto en la bajada a Villaluenga el 3º
en carrera. Varios amigos me habían advertido de la peligrosidad de la bajada en
circunstancias normales, si le añades el diluvio y el barro de las piedras pues
imaginaros, pero ciertamente con la tensión y la concentración que llevaba consigo alcanzar al pueblo muy sólido de mente otra vez y con ganas de correr. Me confirman
que voy tercero en carrera y tras una parada muy rápida emprendo el camino a la
segunda parte de carrera.
La salida del pueblo se
realiza por un carril llano y dándonos un respiro la climatología, emprendo la última
gran subida de la carrera dirección a Grazalema, con 700 metros de desnivel en pocos kilómetros.
Subo tirando de bastones a buen ritmo pero me voy cruzando con muchos
corredores puesto que este tramo cerraba un bucle, y se me hace más difícil la
subida, aunque las sensaciones son muy buenas coronando fuerte de piernas y
realizando una bajada rápida hasta el siguiente avituallamiento. La llegada a
Grazalema ya en el kilómetro 57 la hago nuevamente bajo una fuerte lluvia
aunque ver a mi familia que me esperaba y
la ayuda recibida en el avituallamiento me
recompone, sin olvidar también eso gritos por las calles de pueblo del amigo
Francis que me hacen creérmelo y pensar
que podía ser posible el pódium.
De ahí se sube nuevamente al
Boyar por un camino rural en perfecto estado el cual lo realizo corriendo a
trote, y una vez coronado volvemos a bajar buscando el pueblo de Benamahoma. Ya
con el frontal encendido y la noche cerrándose llego a pueblo, era el kilómetro
70 y las piernas iban cansadas pero nuevamente mi mujer y mi niña me esperaban
en el avituallamiento donde me tomo un respiro corto pero suficiente. Allí tomé
un vaso de caldo que me dio la vida …. Tan solo me quedaban 17 jodidos kilómetros
de noche hasta meta.
Parto con un ritmo tranquilo
hasta el bosque donde la bajada por el río majaceite pese a ir muy cansado la
disfruto mucho. Es un sendero espectacular que atraviesa enumeradas veces el
río por unos puentecitos. Sin darme cuenta me adentro en el Bosque, localidad
que se pasó por la mañana y allí me encuentro al amigo Luismi que me anima y me
tranquiliza, comentándome que lo que queda ya es de cabeza más que de carrera,
pero los últimos kilómetros fueron muy jodidos, una subida por una pista con casi 400+ y otros tantos por un camino donde el barro se tragaba las
zapatillas y los bastones. Se vuelve la carrera INTERMINABLE.
Ya supercansado veo el
reflejo de las luces del pueblo en el cielo, por un momento me emociono, ya lo
veo cerca el objetivo, era el último empujoncito no sin meternos una regalo
para llegar a PRADO DEL REY, otra cuesta que vaya tela..jjjj. Por las calles
del pueblo estaba nuevamente Francis esperándome a grito pelado dando ánimos y acompañándome a meta. Allí un Chito brillante me
recibió con los brazos abiertos haciendo una llegada inolvidable que recordaré
toda mi vida junto al vencedor de la prueba JUANMI BERZOSA compañero de
entrenamientos y fatigas estos meses. Con las lágrimas de emoción en esa noche
fría había acabado una CARRERA DE SUPERVIVENCIA, era mi
2º pódium en mi 2º ultra, impensable simplemente hace unos años.
Dedico esta carrera en
especial a mi MUJER y a MI NIÑA, que sin ellas habría sido imposible
conseguirlo. En cada uno sin saltarse ninguno de los avituallamientos de la
carrera me esperaban, me daban ánimos y me ayudaban. GRACIAS
Por último agradecer a
nuestros colaboradores, EXPLORASUR, AGRÍCOLAS MALAGÓN y HUSECOR PROYECTOS por
lo aportado, a mi compañero JUANMI, que ha compartido este sueño de tres meses
juntos y lo hemos hecho realidad, y a todos los que han estado presentes físicamente
o mentalmente dando ánimos toda la carrera.
"Video de la Carrera"
maravillosa cronica
ResponderEliminarMenuda carrera te marcaste, enhorabuena!
ResponderEliminarMuchas gracias ¡¡¡ sufrida pero al final el trabajo duro dio una preciosa recompensa
EliminarMenuda carrera te marcaste, enhorabuena!
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