El Pasado 5 de mayo nos dimos cita en Cambil, un
enclave mágico en el sur de la provincia de Jaén que en tiempos pasados era
puerta de entrada al Reino de Granada, flanqueada por el macizo de Sierra
Mágina, y con la excusa perfecta para estar allí me dispuse a disputar mi 2º Campeonato de Andalucía de Ultratrail.
Me encontraba con muchas ganas de competir y con la
intención de disputar en lo posible el campeonato, cierto era que mis rivales eran muchos y como últimamente no para
de crecer la calidad de los corredores en la modalidad por Andalucía acertar el
resultado era muy difícil.
LA PREPARACIÓN
El enfoque de la preparación lo cimenté en la
continuación de Bandolerita, muy contento por ese 2º puesto y por el
comportamiento ofrecido en carrera, por lo que no nos quedaba otra que dar continuidad al trabajo de inicio de temporada,
ya que con 9 semanas de preparación no
disponía de tiempo para inventar mucho y con una climatología algo adversa en
la gran mayoría de los días de entrenamiento lo basamos en incrementar algo más
el desnivel y meter más intensidad en
los ritmos. Lo más positivo fue poder entrenar sin molestias serias y cumplir
casi a la perfección con la planificado en nuestro planning de trabajo.
Esta vez me gustaría recalcar los fallos más que los
aciertos porque el resultado no fue el deseado, y no queda otra que ser autocríticos,
lo fácil es decir que no fue el día, que si esto, que si lo otro, pero la
realidad es que no dio para más lo entrenado, lo planificado y mi forma de
plantear la carrera.
Cuando se
prepara un ultra, unos se preocupan por los kilómetros acumulados, otros
se interesan por el desnivel, o la fuerza, otros lo basan en el material, incluso algunos
hablan de la piedra filosofal del toreo de salón, pero la realidad es otro muy
diferente, como decía un artista de la pista “el papel se lo traga todo” pero cuando debemos planificar un ultra se
debe ser consecuente, y sino sabes enlazar correctamente alimentación,
ritmos, preparación y estrategia de carrera … no tienes ni idea de competir
ultras, así que solo se puede seguir aprendiendo a base de errores, y si no estas dispuesto a aprender creyendo ser el más listo de la clase, ya sabes te
dedicas a ser “finisher”, ´… competir
es otro mundo donde el reloj dicta sentencia y el marketing y las fotos pasan a
un segundo plano.
Seguiremos aprendiendo ¡¡¡
LA SALIDA
A las 5:30 de la mañana ya estábamos por los
alrededores de la salida, la noche era cerrada, y los nervios le ganaban la
partida a los escasos 10º para ir
avanzando con los preparativos con la camiseta de tirantes puesta, colocándonos
la mochila con sus geles, barritas, sándwich, sales, guantes, etc. Para acabar con todo el ritual de revisar el material obligatorio. Entre saludos y guiños cuando nos dimos cuenta Chito ya estaba en la
cuenta atrás.
En la salida se veía mucha tensión, y se presagiaba quien serían los rivales a
seguir, poco a poco nos situamos en las primeras líneas porque sabíamos que
justo al abandonar las calles de Cambil cogeríamos un estrecho sendero y muy
empinado que nos llevaría a una cornisa sobre el pueblo y no era plan de
quedarse cortado nada más salir. Y así fue, Juanmi no perdió ni un minuto para tomar
la cabeza de carrera y poner un ritmo frenético que lo siguió manteniendo “El
CHILENO” nada más abandonar el sendero y
coger algo de pista. El grupo se quedó muy rápidamente reducido con 5
corredores, adhiriéndose al grupo Rubén y Victor. Estos primeros kilómetros
transcurría por un olivar extenso y por momentos nos adentrábamos en algunos
pinares pero todo muy cómodo de correr.
Los kilómetros van pasando, justo después de una bajada algo técnica y muy
rápida los dos de cabeza vuelven a pegar un apretón y poco a poco se va
fraguando un trio perseguido muy de cerca por Victor como no queriendo entrar a
la guerra ..jajajaja. Ya en el primer control sobre el km. 10 se consolida el
grupo y emprendemos una subida muy técnica a un punto geodésico, las primeras
luces del día ya nos iluminan por el sendero y nos permiten realizar una bajada
vertiginosa dirección al centro de visitantes de Mata Bejid.
Ya con 18 kilómetros en las piernas se produce un hecho que marcó la carrera, al
adentramos en la pista rápidamente me di
cuenta que el corredor que a la postre sería el vencedor de la prueba, tenía un
punto más que nosotros en las zonas correderas, y sin poder hacer otra cosa, zancada a zancada habré un hueco
decisivo sobre nosotros dos, Juanmi y
yo. Cierto era que manteniéndolo visualmente nos mete poco más de un minuto cuando
entramos al centro de visitantes, que era el 2º avituallamiento de carrera.
Allí nos recibió muchísimo público puesto que era la salida de
la maratón y de la distancia corta, desde que nos íbamos acercando se escuchaba
a Chito dando ánimos, y la verdad que llegue casi a emocionarme porque
muchísimos de los que se encontraban por allí nos reconocían y animaban a grito
pelao. Siendo sinceros no sé si
por la emoción pero mis sensaciones era buenas pero mi percepción era distinta,
ya cuando emprendimos la marcha mi cabeza me decía que había hecho un desgaste
excesivo en esos primeros 22 km. de carrera.
“COVATILLAS”
Nada más abandonar el centro de visitantes iniciamos
la segunda subida de la carrera con más de 1.000 metros de desnivel positivo,
en su parte inicial nos vuelve a conectar Victor en un sendero muy estrecho y
sinuoso, era incómodo ir ascendiendo, y ponemos una marcha constante pero sin ser
muy fuerte, el trío hacemos la subida tras Juan, y cuando salimos
a la pista nuevamente lo tenemos en la visual.
Voy poco a poco cogiendo ritmo y cuando llegamos al
avituallamiento 3º nos asiste la familia de Juanmi, y realizo una asistencia
muy rápida donde tomo algún recuperador y algo de líquido aprovechando que nos
coge la cabeza de carrera de la Maratón decido emprender la marcha con los tres
corredores que en ese momento la encabezaban, debajaba un poco atrás a Victor y
a Juanmi.
Formamos un cuarto, entre los que se encontraba el
amigo Carlos Chamorro y Rubén López, voy muy
cómodo con la marcheta que me imponen en la subida y son varios los kilómetros que avanzo con
ellos. pero al iniciar la bajada de 4 km. y con más de 900 metros de desnivel
negativo levanto el pie, aún quedaban casi 60 kilómetros a meta y sabía que
allí no podía dejarme los cuadricep bajando a ritmo de maratón, en su parte
final me da alcance mi compañero Juanmi, nos cruzamos una palabras tras tener
otra vez en la visual al CHILENO, incluso le comento que tenemos que tener
calma, alcanzando juntos el 4º avituallamiento de carrera en la entrada del Gargantón. Allí tenemos un control
de material y la verdad que paramos bien poco, comemos algo de sólido pero el
tiempo apremia y nos cantan poco más de 3 minutos de desventaja con la cabeza
de carrera.
En estos kilómetros la diferencia con Juan no crece,
está estable, y sin saber cómo iba él, pero si tenía claro que era el momento
de apretar, en mi análisis estratégico es en ese punto del Gargantón donde arrancaría la carrera verdaderamente, era el
kilómetro 40 ticándolo en poco más de 4 horas y 6 minutos y con un acumulado
que sobrepasaba los 2.400+, seguía
preocupándome un poco el ritmo tan
fuerte pero si todo iba bien no tenía por qué pasar nada.
MIRAMUNDOS, PICO
MÁGINA Y BAJADA A LOS PRADOS
Y comenzó el calvario… jjjjj… teníamos por delante
el Kilómetro Vertical del Gargantón que en poco más de 6 kilómetros y sus 1.000
metros de desnivel positivo nos llevaría hasta el refugio de Miramundos, sobre
el papel un terreno que me favorece y que me desenvuelvo relativamente cómodo
pero claro… si te has gastado las fuerzas de esta carrera y de la próxima, y
has comido menos que un galápago en una cubeta pues no te preocupes que en poco
tiempo estás listo de fuerzas y comienzas a perder el ritmo, las ganas de estar
allí y lo que es peor no sabes ni si quiera si llegarás al refugio.
La idea era tirar todo lo posible hasta la última
parte de ascensión, que al ser lo más empinado y técnico lo haría Juanmi, con
el objetivo de reducir al mínimo nuestra diferencia o incluso dar alcance al
primer clasificado del Ultra, pero ya en las primeras rampas la cosa ni iba
redonda, puesto que a los corredores de la maratón no le dábamos alcance e
incluso algunos nos habría hueco, y eso es muy mala señal, apareciendo el
primer síntoma claro de problemas, que es sed brutal.
En el punto
que acometíamos ese tramo final me encuentro un abrevadero de ganado donde me veo obligado
a refrescarme y llenar mi bote de agua, Juanmi
poco a poco se distancia de mí y
comienzo a tener una pérdida brutal de fuerza, incluso con algunos mareos. Gracias
a dios me coge por atrás Victor y otro corredor de la maratón, consigo engancharme
a ellos y puedo hacer la parte final hasta el refugio solo con la mirada puesta
en sus pies, si me quedaba solo allí sería un desastre, ya dentro del refugio
realizo un intento desesperado de retomar el pulso a la carrera.
En una parada rápida consigo hidratarme bien, nuevamente
como sólido después de muchos kilómetros y me
relajo lo suficiente para poder
emprender la marcha junto a Pimentel. El terreno que afrontamos en esa parte
era muy técnico alternando alguna subidas con bajadas cortas e intensas hasta
pasar junto al Pico Mágina. Realmente en poco tiempo mejoro mucho de
sensaciones y de ir a rueda rabiando consigo otra vez tirar con fuerza, pienso
que queda otra oportunidad y con más corazón que con fuerza emprendo una bonita bajada junto a Victor, la bajada es su parte inicial es muy brusca para ir volviéndose amable hasta llevarnos
a una pista que bajaría hasta los Prados donde me esperaba nuevamente la
asistencia, la familia de Juanmi está allí con todo preparado y me da un plus.
CAMINO HACIA EL
“BERCHO”
El avituallamiento de los PRADOS fue el punto de
inflexión en mi carrera, llegué con Victor y con un ritmo vivo, y pese a llegar
aparentemente recuperado de la crisis que había pasado en la subida a Miramundo
realizo una para algo más calmada, como bien incluso tomo la decisión de coger
ya los bastones, la idea era volver a meter ritmo en la subidas e ir a por la
carrera, nos cantan que Juanmi ha salido 3 minutos por delante y la cabeza no
nos lleva más de 10 minutos, y siendo realistas con lo que quedaba por delante
eso es un suspiro.
Pensaba que la crisis era un asunto cerrado y que ya
era cuestión de ir a bloque hasta meta, pero
lo cierto es que sufrí mucho en la siguiente ascensión, mi ritmo de caminar
subiendo era lo más parecido a un senderista
y concatenar una pisada con otra ya era dificultoso, el depósito estaba en reserva y por
mucho que comiese ya no estaba las piernas para muchos malos ratos, habíamos
entrado en modo automático y sobrevivir ya era el objetivo, un error más y me
sacaba de la carrera, no era cuestión de levantar el pie, sino que el cuerpo lo
hizo por mí, mi lucha se acabó en esa
subida, sin más.
He de reconocer que la llegada hasta el
Avituallamiento de Fuenmayor se me hizo eterna, y aunque esa bajada por la
pista no la realicé demasiado lenta, recuerdo una subida muy corta pero
empinada en esa dichosa pista y me costó un mundo realizarla andando, sufría a
cada paso que daba con desnivel positivo, solo veía algo de luz en las bajadas,
y lo malo estaba por llegar, aún me tenía que enfrentar a una subida que la
bautice como la subida del nomo…. subimos por un bosque mediterráneo muy
cerrado a cara norte, lo que le daba un encanto especial, y no sé si es que ya
iba rematado o es que era una pared pero a mí me pareció que estaba ascendiendo al cielo, era brutal, si nos
llega a dar el sol…..de allí no salgo …jajajajaja….por fin y tras 1,7 km. de
interminable subida consigo llegar nuevamente a otra pista que me dio la vida,
5 km. de bajada me descargaron las piernas y me permitieron afrontar con cierta
garantías el tramo que me llevó hasta el Avituallamiento del Bercho, otra panza
gorda de pista hasta llegar allí.
A esas alturas de carrera cuando llegas a un
avituallamiento y tu reloj te marca km. 74 de carrera, le preguntas a un control que te queda y te responde que aún quedan 12 km. y otros 400+ hasta meta es el
momento que te quedas petrificado ….jajajaja… por suerte allí tenía a mi mujer,
a mi niña que por cierto se subió casi 500 metros más arriba para animarme, a
mis padres y a toda la familia de Juanmi que nos acompañó toda la carrera,
ciertamente da mucho aliento pero cuando emprendí el camino otra vez y
empecé a subir la primera rampa volvieron esas sensaciones de ir muerto, vaya
calvario estaba sufriendo en las subidas, joeeeee.
META Y FIN DEL
CAMPEONATO DE ANDALUCIA DE ULTRAS
Los 4 kilómetros al avituallamiento del Bercho se desenvolvieron
por un terreno de cabras, feos donde los
haya haciéndose eternos, momento para acordarte de Miguel Ángel el organizador,
jajaja, seguía subiendo hacia no sé a dónde, cada vez más lejos del pueblo, ya
miraba más para atrás que para adelante, pensaba que Nono venía con el mazo a
recogerme pero tras ese infructuoso tramo conseguí llegar a un camino roto dándome acceso a un
olivar, poco a poco se me resultaba más posible correr y realicé una bajada
hacia el pueblo de algo más de 5 km., con la ganas de llegar infinitas, no sé
de donde me salieron fuerzas para poner un ritmo tan vivo pero incluso empiezo a
adelantar a muchos corredores de la maratón hasta que me adentro en el pueblo.
Por fin se acabó una carrera que en definitiva no fui capaz de leerla
correctamente, a lo mejor la subestime y que pensé que todo era cuestión de
ponerse un dorsal, y craso error el mío. Competir un ultra es mucho más que
todo eso, gestionarlo es fundamental, saber en cada momento como se debe
gestionar la hidratación y alimentación en carrera es fundamental.
Tras 10 horas y 6 minutos entré en meta, donde mi
madre y mi padre me esperaban emocionados y algo preocupados, y por su puesto
mi dos admiradoras incondicionales en cada uno de los ultras que corro.
FELICITAR AL VENCEDOR DE LA PRUEBA, JUAN PÉREZ "EL CHILENO" a mi compañero JUAN MIGUEL BERZOSA y a un luchado tercer clasificado VICTOR PIMENTEL, justos merecedores del podium, a mí me quedó el consuelo de la medalla de chocolate y un primer clasificado de Veteranos. Este ultra va dedicado a todos nuestros
colaboradores que lo hacen todo más facil, empezando por UNIFIS, EXPLORASUR,
AYUNTAMIENTO DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO, y como no también dar las Gracias a
la familia de JUANMI que nos hicieron una asistencia perfecta y andaron todo el
día pendiente de nosotros.